miércoles, 26 de octubre de 2011

La conversación (cuento)

Si, hágalo pasar - Dice la inspectora del colegio a un apoderado que tenía citado desde el día anterior por el comportamiento de su pupilo.
Buenos días, usted dirá - Dice sonriente el padre de la niña - Caballero, iré al grano. La niñita, su hija, siempre ha sido una persona, como le dijera.... a la defensiva - Mientras, el padre, ya sabiendo a dónde va la conversación, se acomoda para responder - La niña, si bien es muy amistosa, no es muy tolerante a los cambios de sus amigos cuando van a jugar, o cualquier cosa que quieran hacer, responde de forma brusca, empujándolos, exigiéndole que no cambien nada, o tan sólo se queda sola, como hermética, y no escucha a nadie hasta que llegan del recreo o un profesor le llama la atención - Apenas termina la mujer de hablar, se presiente un silencio inesperado, lo cual se consuma en la cara de seriedad del apoderado - Dígame, que piensa usted - Dice ella, preocupada por alguna respuesta personal de él .Es normal en ella, yo la críe así, p-- Cortando el mensaje de él, la inspectora responde - Perdón, perdón, ¿Dice que usted la ha criado así? - Pregunta completamente intrigada - Claro- responde el - No quiero que sea susceptible a todo, la protejo para que no le hagan daño, pero si me lo pide, le pediré a mi hija que se calme y que no se comporte más así en el colegio, no se preocupe- Termina diciendo el padre - Caballero, mire, yo como responsable del patio del colegio me parece apropiado conversar con los padres de los alumnos, para saber en qué condiciones más o menos viven los niños. Me ha tocado ver como muchos jóvenes son prácticamente abandonados por sus padres, a pesar que viven con ellos, tengo todos los días que liar con alumnos conflictivos y a veces, tengo que ser la madre de ellos, pero este caso, no sé, me deja intrigada
- ¿Intrigada? - Dice el apoderado - Si - Responde ella - Usted, teniendo la posibilidad de preocuparse de la niña, le enseña una postura tan cerrada, mire, con todo respeto, es una niñita, no es necesario tanta seguridad para su cabecita sabe - La queda mirando algo menos de un segundo, y, agachando la cabeza para después subirla, haciendo un gesto de orgullo, dice - Es por mi trabajo que la crio así - Lo escucha serenamente, y le pregunta - Y ¿Cuál es su trabajo? - Soy sicario señorita - haciendo que la inspectora se retire con la silla hacia atrás, con un gesto terrible de horripilación y de no creer en lo que está escuchando - ¡Sicario! pero, oiga estoy hablando muy en serio, ahora veo lo que dice, por favor, no me tome el pelo - Dice completamente espantada, a lo que responde - Señorita, yo me tomo mi trabajo muy en serio, soy un profesional, siempre estoy trayendo mis 'herramientas' acá - Golpeándose con una palmadita la chaqueta que lleva puesta, haciendo que la mujer quiera salir corriendo de ahí, como en pesadillas saltonas y crueles - Cálmese, no tengo nada contra usted, como le digo, soy un profesional, y si vine acá es por que no vengo a matar a nadie, sino porque vi la citación en la libreta de la niña y presentí que algo tenían que decirme- Dice muy calmado -Señor, pero, es que, no sé, créame que estoy muy asustada, pero, ¿Por qué? ¿Que pretende? Es usted padre, eso no es un trabajo, ¡Es usted un criminal!- Muy alterada le grita, como si fuera lo último que fuera a decir, como una confesión obligada. - A ver, no me trate así, usted no es juez para juzgarme - Con un tono serio y algo enfadado contesta - Usted es una profesional en su área, y yo lo soy en la mía, pero usted quiere juzgarme con su propia moral, la cual la encuentro muy suave y falsa, ¿Ha pensado en los niños que se mueren de hambre todos los días en el mundo? ¿Y de quien es la culpa? ¿De nosotros, que no les damos comida teniendo de sobra? Es por políticos corruptos y ladrones, por personas que se creen dueños de sus vidas y pueden jugar con ellos como si fueran perros vagos. Y que tal todos esos jóvenes drogadictos que hay en las calles ¿Otra vez nosotros tenemos la culpa? ¿No les enseñamos nada? ¡Esa maldita droga esta en todos lados! Los traficantes no tienen escrúpulos e incluso manipulan niños para su mercado negro, entonces, y tantas cosas que vemos a diario, que nos destruyen el corazón, y nos quieren hacer sentir culpables para enmascarar al verdadero criminal- La mujer, muy pálida con todo esto, no puede creer todo lo que ha escuchado, pareciera que fuese la respuesta a todas las preguntas sociales, como una respuesta final que no acaba nunca, sumergida en un miedo profundo, el intimidante hombre concluye - Yo sé cómo funciona este mundo: Cada cual vela por lo suyo, yo no me siento seguro en este mundo, a cada paso hay un peligro, y sé que no depende de mi vida, así que la protejo como si de mí dependiera despertar un día más, así crio a mi hija, y sé que hago lo correcto, esa es mi moral, mi trabajo es sagrado, es lo que me da de comer, y a los demás los dejo vivir - Sin despedirse, se retira de la inspectoría, y abrazando a su hija, que lo esperaba afuera sentada, la toma en brazos y se la lleva al auto, para jugar con ella.

Al día siguiente se sabe la noticia de que la inspectora amaneció colgada en su habitación, junto con una nota escrita a nadie, ya que vivía sola, en la que se leía "Es lo más seguro".

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