Otoño y Poesía

 (Creado el 22 de marzo, día posterior al Día de la Poesía)

No puedo recordar nada más que
las hojas crujientes, del otoño



He olvidado incluso como antes estaban vivas esas hojas
tal vez aún estan vivas, pero viejas
se aburrieron de esas ramas que fueron su hogar
el hogar que no las dejaba libre
o quizás el sol las intimidaba mucho con sus rayos
las hostigaba queriendolas secar
pues se secaron, pero no gracias al disco brillante
sino al árbol eterno que las mira desde abajo
ese que es juez y verdugo
el ser más tolerante del mundo
las pinto con otro color
tal vez las ensució, por que no las veo felices
las dejó aventar a un abismo lento
ellas se llenan de ira
tienen envidia de las amantes que siguen amarradas arriba
y temen a todas aquellas que besan el suelo

la caída de una hoja duele
le duele, lo se, por que ahora cruje
ya no hay amigos insectos o pájaros que las toquen
ni flores ni frutos para conversar
el viento que jugaba con ellas ahora se burla
y las deja a su suerte, como si la suerte existiera
al llegar se junta en una reunión de bienvenida
con las demás desdichadas
cada una cuenta que deben soportar más que su padre
pisadas por todos
ensuciadas por cualquiera
quebradas, barridas, botadas en la basura

mas, nosotras podemos llegar arriba de nuevo
pues somos la verdadera semilla de los árboles
alimentámos a la madre tierra y a los poetas
pues ellos gustan de oler el otoño
nos uniremos con la naturaleza, pues
siempre estaremos vivas, solo que cambiamos de cuerpo

No puedo recordar nada más que
las hojas crujientes en el otoño

y como olvidar esos juegos
pisando la alfombra de hojas hasta hacerla añicos
pensando en que podría hacer lo mismo
con los problemas, las frustaciones, las desiluciones
esa inocencia tan grande
que me hacía cosquillas en la alegria
y que me cuidaba del murmullos de los árboles futuros.