lunes, 16 de septiembre de 2013

Los recuerdos, tirados por el suelo


Aquí estoy, tirado por todas partes.
Mi ropa húmeda, por las lágrimas de mi impotencia. Mis llaves, que no abren ninguna puerta, ni sirven para nada. Mis lápices y papeles, y mi silla y mi mesa, tapadas con los sueños que no existen. Los platos y los vasos sucios, con los restos de mi placer frustado e insatisfecho. La cama, con los resortes rotos, y los placeres reprimidos. La ropa sucia, encima de todo, ocultándome de mi mismo. Los libros, muertos. Los cuadernos, incompletos y con hambre de ser empapados de tinta. Mi reloj, perdido en el tiempo que malgasté. Las cartas y los dados, escondidos, en mi propio mundo de cajón. Y la ropa limpia, colgada, esperando a esparcirse por el suelo, mañana.

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