lunes, 16 de septiembre de 2013

Declaración personal de principios, a 40 años del golpe de estado

Santiago de Chile, 16 de Septiembre de 2013.

Palabras dedicadas al 11 de septiembre de 1973, el día más negro de la historia chilena.


Mi situación actual como ciudadano es inexistente.
No sé de donde vengo. Varias veces he visto que la historia de mi familia y mis ancestros es descubierta como si fuera una vergüenza. Soy de la generación de los hijos de los torturados por el golpe militar. Y digo torturados, pues en esa época, todos fueron torturados. Aún los que apoyaron el orden impuesto, son fuertemente criticados por su pensamiento radical, o sea, socialmente torturados. Que hablar de los que se sintieron pasados a llevar y reprimidos. Pero no tenemos educación. Es una parte de la que nadie quiere hablar, tal vez, por que aún duele. Todos queremos dar vuelta la página, pero no sabemos que dice esa página. ¿Está muy mal saber lo que pasó realmente? ¿Sería injusto juzgar a Pinochet o a Allende, nosotros, que no los conocimos? “La historia los juzgará” se ha dicho, pero ¿Qué es la historia? La historia somos nosotros, cada vez que miramos y sentimos lo que pasa con nuestra gente. La historia no la guarda un papel, a mi humilde juicio. Ni creo que un ideal valga la vida de una persona, menos de una inocente. Yo no estoy dispuesto a morir por mis ideales, todo lo contrario, quiero vivir y poder ser libre. Morir por mis ideales me limita a cumplirlos, me pongo mi propia barrera y cabo mi propia tumba, sabiendo que después de muerto no puedo hacer nada. No estoy dispuesto a seguir a nadie que venda un discurso fastidioso y represivo. Creo que en la misma dictadura, todos pudieron pensar libremente, lo cual hace entendible que la libertad, en si misma, no tiene límites y es inherente al ser humano. Lo único de que nos quejamos es este consumismo mercenario, que es lo único que tenemos. No tenemos identidad, estamos en una crisis existencial por no saber de donde venimos, por tener padres y familias traumadas, violadas brutalmente, y el olvido como la falsa democracia, la cual es irónica al venir de un pueblo que mantenía esclavos.
Espero poder conocer la verdad de los últimos 40 años y poder vivir en paz, aunque venga una guerra. Quiero estar listo el día de mi funeral.

No hay comentarios:

Publicar un comentario