Cabeza

El otro día estrellé el muro contra mi cabeza
contables ideas salieron de ahí

todos los gritos contra el mundo explotaron
incluso el abandono de la naturaleza
por un mundo poético y creacionista
habián
          lápices
                    papeles
sillas
                    mesas
                                cartas,dados
relojes    
                               y ropa tirada
custodiadas por una deidad femenina
que me amaba con su corazón de ave en el cielo
están todos los personajes muertos de Shakespeare
y Buddha meditaba con Kurt Cobain
en los próximos éxitos de la guerra
aunque hay relojes no existe el tiempo acá (tampoco)
son juguetes como todo lo demás
junto con el recuerdo de mis amigos muertos
y de las niñas que nunca amé cara a cara
la fauna es impresionantemente reducida
en tamaño y cantidad de polvo
todos los seres de los rincones de la casa habitan
retorciéndose, arrastrandose, desapareciendo
en las fotos de mis familiares
que decir de los arcanos del Tarot
aun siguen danzando en conformidad con el Universo
mientras
estoy recogiendo mis sesos en una especie de sangre transparente.