Antes de morir
quisiera recorrer todas las calles de Santiago
polvo por polvo
y hacer una paloma
pluma a pluma, entre las pelusas blancas
que me ladren los perros, y pelearnos
piedra contra piedra
y pasear con los vagabundos
los borrachitos, las gitanas feas
las dueñas de casa marchitas
los niños colorados.
Quisiera fumarme una cajetilla de cigarros
pero me duele el pecho
el corazón no me aguanta sabiendo
que voy muriendo minuto a minuto
entre cada mirada que me diste
y cada palabra que no te dije
así me voy escondiendo del dios del Sol
como un personaje maldito
de un escritor oculto
y pasan los días, las horas, las hojas
las flores, los parientes
y las mujeres mas queridas
en las estatuas de mis ojos
postrado en el banco de la plaza
mendigando amor a ciegas.
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